Sus aplicaciones son muy diversas y van desde la fabricación de plásticos, lacas, pinturas y cosméticos, hasta la elaboración de biodiesel (biocombustible), sin olvidar su propiedad como súper-lubricante, ya que es ocupado en motores de 2 tiempos y en motores de explosión de aviones de aeromodelismo y coches de radiocontrol, en Rusia, el aceite de ricino se utiliza para lubricar equipamiento en el clima frío, pues tiene una viscosidad consistente que no se congela.